Yo también era de los que pensaba que en la competición de alto nivel los sentimentalismos quedaban absolutamente al margen. Pero aún recuerdo como en el verano pasado el enfrentamiento entre las dos Williams en Montreal daba como resultado una inesperada victoria de Venus ante su hermana Serena, que a la postre le supuso ganar el título, si no recuerdo mal ante la Halep (que alguien me corrija sino, no me apetece mirar el dato de la final, el importante es es de semis, y de ese si me acuerdo muy bien). El partido fue raro, pero raro, y acabó ganando Venus por 2-1. Sinceramente vi a Serena claramente a medio gas, como dejando las migajas de un torneo menor a su querida hermana.

Hoy no va a pasar eso, no me cabe ninguna duda, hoy es un Grand Slam, y eso son palabras mayores. Tampoco voy a entrar a valorar aspectos tenísticos ni estados de forma, sólo me basaré en que ese sentimiento pueda minimamente aflorar hoy, y permita que Venus no sea machacada innecesariamente por su hermanita. No hace ninguna falta.

A eso hay que añadir que el handicap asiático para Venus está en una muy razonable 1.85.