Pronóstico Hurkacz H. - Nadal R. ATP Roma | 11/05/2024

Prueba de fuego para Nadal en su segundo partido del ATP de Roma. Después de eliminar en la ronda previa al belga Bergs con más apuros de los previsto (6-4, 3-6 y 4-6), el de Manacor avanzó de ronda en uno de sus torneos favoritos sobre la tierra batida, pero su continuidad está en entredicho. Lo cierto es que el sorteo deparó un difícil cuadro para el español, que se las tendrá que ver ahora con el polaco Kurkacz, 9º en el ranking ATP y muy favorito en los pronósticos de tenis.

A nadie se le escapa que el plan de Nadal es llegar bien a su último Roland Garros. Por lo tanto, este Masters1000, él último antes de París, le servirá para encontrar la forma física óptima y afrontar así su último Open de Francia con las máximas garantías posibles.  Pero ello pasa por acumular partidos -su intención al inicio de la gira de tierra era disputar unos 10 encuentros entre todos los campeonatos y de momento lleva 7- y demostrar que puede dar la cara ante rivales de entidad, como es el caso.

Como ya le sucediera en Madrid, donde Nadal se despidió con muy buenas sensaciones, tendrá que demostrar sobre la pista que las apuestas están equivocadas. En la capital española tuvo que deshacerse de De Miñaur y ahora deberá hacer lo propio con Hurkacz. El polaco llega a Roma después de disputar dos torneos en los que no estuvo a la altura de las expectativas. Tanto en Montecarlo como en Madrid cayó antes de tiempo y ni siquiera fue capaz de superar los octavos de final, unos resultados algo decepcionantes para un jugador de su nivel.

No existen enfrentamientos previos entre estos dos tenistas, por lo que será la primera vez que midan sus fuerzas. Nadal, máximo campeón en Roma con 10 títulos, aseguró que es el momento de darlo todo, a falta de 2 semanas y media para Roland Garros. “Tengo que forzar y si me rompo, pues me rompo, ese es el objetivo de la semana”. Por ello, esperamos ver a un Nadal combativo que lleve hasta al extremo al actual número 9 del ranking, así que no sería extraño presenciar un partido que tuviera que decidirse en el tercer y definitivo set.